
Celebraciones Waldorf: El día de cumpleaños
Cómo ya os dije la semana pasado, en unos días Aarón cumplirá 7 años, y quiero aprovechar la ocasión para contaros como lo celebramos en casa.
La noche antes de su cumpleaños, ya en la cama, antes de dormir, contamos «El cuento de cumpleaños», podéis encontrar dos cuentos en el libro «Cuentos infantiles» de la Ed. Rudolf Steiner y una versión de Tamra Chubarovsky en su libro «Cuentos para ver, oir y sentir». Mi favorito es el del Ágel grande y Ángel pequeño. A la mañana siguiente, su papá (que hasta ahora siempre ha podido estar en casa ese día) y yo, le despertamos al son de «Las mañanitas», que diven así:
Estas son las mañanitas
que cantaba el Rey David,
hoy por ser tu cumpleaños
te las cantamos a tí.
Despierta, mi bien despierta
mira que ya amaneció,
ya los pajarillos cantan
ya la luna se escondió.
Al llegar al salón encontrará una bonita mesa de cumpleaños, y en su silla, una capa y una corona que suelo confeccionar con fieltro cada año unos días antes.
La mesa de cumpleaños la adornamos de una forma sencilla pero colorida, con dos o tres gasas de colores, una vela central (que suele ser de color blanco) y tantas velas de té alrededor como años cumple. Sobre las gasas colocamos algún mineral o caracola, y un pequeño jarrón con algunas ramas de pino (por ejemplo, ahora en invierno no hay muchas flores en el jardín).
En otra mesa, hay un suculento pero sencillo desayuno que, en nuestro caso, suele estar compuesto por chocolate caliente y algún dulce casero de su elección, una pequeña tarta, crepes o tortitas…
En otra mesa, hay un suculento pero sencillo desayuno que, en nuestro caso, suele estar compuesto por chocolate caliente y algún dulce casero de su elección, una pequeña tarta, crepes o tortitas…
Una vez junto a la mesa, ponemos a Aarón su capa y su corona y le contamos una pequeña y sencilla biografía que su papá y yo hemos escrito para él, y en la que reflejamos los acontecimientos más importantes que le han sucedido cada año en un par de frases (cuándo dijo su primera palabra, cuándo empezó a andar, su primera vez montando en bici…). Tras su lectura, recibe su regalo y desayunamos todos juntos.
Una vez en el cole, llevamos un bizcocho para compartir con los compañeros.
En cuanto a la celebración con sus amigos, hasta ahora, todos los años hemos celebrado su cumpleaños en casa. Si bien es cierto, que desde la Pedagogía Waldorf se considera que han de invitarse tantos niños como años se cumplen, nosotros nunca lo hemos hecho así. Aarón asiste a un colegio pequeño, de modo que nos podemos permitir el lujo de invitar a todos los compañeros de clase. Como os decía, hasta ahora siempre hemos hecho la celebración en casa. Todos sus compañeros venían a comer este mismo día al salir del colegio, preparábamos juegos o una gymkana y comíamos la tarta. Pero este año, el número de niños es más grande, y ellos más mayores, así que el cumpleaños muy probablemente tendrá lugar en el local que el Ayuntamiento del pueblo cede para estos acontecimientos, y si el tiempo lo permite, podremos organizar una divertida gymkana por los alrededores.
Como véis, todo es bastante sencillo y emotivo en este día tan especial en que el niño es el protagonista de todas las miradas, pues celebramos nada menos que su llegada a este mundo y que ese día, nos eleigió para ser sus padres y formar una familia.

