Hoy empieza la Segunda Semana de Adviento, y en casa, ya brillan las luces del abeto, el Belén va tomando forma poco a poco, y en cada rincón de nuestro hogar hay un pequeño adorno que nos recuerda que la Navidad está cada día más cerca. Desde la Pedagogía Waldorf y la antroposofía, esta semana, está dedicada a honrar el Reino Vegetal y de ellos podemos aprender cualidades como la flexibilidad. Y en nosotros podemos trabajar aspectos como el tono de voz que usamos para con los demás o el respeto al silencio. Todas estas cualidades las llevamos a la práctica cada día durante horas y horas, en la mayoría de ocasiones, sin prestarle la menor atención pero son una parte fundamental del proceso de comunicación, por lo que forman parte de nosotros y nos identifican. Esta semana conecta con tu interior, con tu voz, con eso tan único y genuino y trabájalo. Presta atención a tu tono y tu modulación, ¿tu tono es demasiado serio, demasiado suave, poco firme, demasiado firme, demasiado alto, demasiado bajo?. Pásate por el blog de Tamara Chubarovsky si te apetece profundizar en este tema, es genial en el trabajo de la voz.

Por otro lado, te dejo por aquí los versos para esta semana. Segunda semana de Adviento, El Reino Vegetal

Como ya te comenté, nosotros en casa los leemos cada tarde al encender la Corona de Adviento. 

Y al igual que la semana pasada, hoy te propongo una sencilla y bonita manualidad para hacer con los más peques.

Piñas decoradas 
 

Solo necesitarás:

* Piñas

* Pompones pequeños

* Cordel

* Pegamento

Elaboración

Tan sólo tienes que pegar los pompones en la piña con algunas gotas de pegamento. A continuación debes poner el cordel y dejar secar. Ya tienes unos bonitos adornos para las puertas, para hacer una guirnalda o para tu árbol de Navidad.

Hoy, al igual que la pasada semana, también te traigo una meditación para que te acompañe esta semana, y así poco a poco, sigas adentrándote en este camino de Adviento. 

Segunda semana de Adviento

El hombre empieza a buscar

y encuentra en su búsqueda

que no puede hacer nada solo.

Así él prepara su corazón

para recibir lo divino.

¿Cómo fue tu Primera Semana de Adviento?