días de verano en casa
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Los días de verano en casa

Hola de nuevo, este lunes quiero contarte como pasamos los días de verano en casa. El curso finalizará en unos días y las vacaciones escolares están a la vuelta de la esquina. Son muchas las familias que tienen que hacer encaje de bolillos entre campamentos, abuelos y canguros para atender a sus hijos en este periodo. En mi caso, tengo la suerte de poder disfrutar de estos días en casa.

En ocasiones estos días que se presentaban idílicos en nuestra mente acaban por ser largos, tedioso y frustrantes para todos. Los niños pasean por casa diciendo una y otra vez aquello de «me aburro» y las madres agotadas acaban por recurrir a la Tv para poder disfrutar de unos minutos de calma y relax.

Hoy te cuento como lo hago yo verano tras verano y comparto contigo mi experiencia.

Organización y realidad

Empecemos por organizarnos y ser realistas a la hora de hacer planes. Muy pronto tu hijo compartirá contigo las 24 horas del día, así que esto supone pasar mucho tiempo juntos, y no siempre será fácil.

Si hasta ahora ha asistido a la escuela, es posible que eche de menos la rutina y el contacto con otros iguales. De repente puede sentirse abrumado ante tanto tiempo libre, no estructurado y sin sus compañeros. Así que es posible que demande más tu atención y tu presencia.

Por eso generar una rutina es una gran idea. Intenta crear un ritmo diario que se repita de lunes a viernes durante el periodo vacacional. Esto le dará seguridad a tu hijo y le ayudará a fluir en el día a día. La repetición hará que sea capaz de prever lo que viene a continuación.

Pero para crear este ritmo diario es necesario que tengas cuenta las necesidades de todos los miembros de la familia (incluidas las tuyas propias). Planifica tus momentos de trabajo personal (si los hay), las tareas domésticas (preparar la comida, hacer la colada…) y lo que harás con tu hijo. No olvides reflejar también tus momentos de descanso. Sé realista con aquello que quieres llevar a cabo y el tiempo que le puedes dedicar. De lo contario irás a la carrera o quedarán cosas sin hacer generando estrés y frustración.

No dudes en hacerlo por escrito. A mi me ayuda mucho poder ver este horario, repasarlo y modificarlo cuantas veces sea necesario antes de ponerlo en práctica. Si lo deseas puedes utilizar esta plantilla.

De lunes a viernes

A pesar de que Aarón esté de vacaciones, yo no lo estoy. Así que de lunes a viernes madrugo bastante para tener un tiempo de calma en el que continuar con mi desarrollo profesional.

También establezco una hora límite para despertar a Aarón si no la hecho él antes. Puesto que madrugo, quiero acostarme temprano, y si él se despierta demasiado tarde, también necesitará acostarse tarde. Después preparamos el desayuno y desayunamos juntos, nos aseamos y hacemos las camas (al igual que hacemos los días de colegio). Así no perdemos el hábito de cara a la vuelta al cole y mantenemos alguna rutina ya establecida.

Para cada día de la semana establecemos una actividad principal que se repite semanalmente. El día de hacer manualidades, el de hacer pan, el de ir a la biblioteca… De este modo la actividad principal de los lunes es siempre la misma, también la de los martes, etc..

Todos los días, sin excepción hay un tiempo planificado para el juego libre, que suele ser mientras yo llevo a cabo algunas tareas domésticas. También para salir a pasear, a jugar en el jardín o cuidar el huerto. Y por supuesto para leer juntos.

Estas actividades tienen lugar todos los días en el mismo orden. Y están organizadas de tal modo que existe un equilibrio entre aquellas que requieren más concentración (actividades guiadas comos manualidades, comer, leer…) y aquellas que son más expansivas (juego libre, paseos, salir al jardín…). De este modo, después de un tiempo de expansión volveremos a la calma con alguna actividad que requiere más concentración. Generalmente las actividades de expansión tendrán más duración que aquellas que requieren concentración.

Tu presencia y atención son importantes

Ahora que ya tienes tu planing diario, solo falta llevarlo a la práctica, y para ello es clave tu actitud.

Has de conocer al dedillo tu planificación, tenerla presente y llevarla a cabo con seguridad y calma, fluir en ella para que el niño pueda fluir contigo. Pero esto solo ocurrirá si pones tu foco de atención en el momento presente.

Es habitual que al llevar a cabo tareas rutinarias las hagamos de manera automática mientras nuestros pensamientos nos llevan a perdernos en preocupaciones o ideas. Hoy día, tenemos tanta información en mente a la que queremos atender que no es fácil prestar atención plena a las tareas sencillas y diarias.

Esto nos lleva a desconectar del momento presente, generando en el niño una sensación de ausencia y soledad ante la cual rápidamente llamará nuestra atención. Puedes leer más sobre este tema en este artículo publicado en Waldorf Resources.

Actividades sencillas para disfrutar

Si piensas llevar a cabo actividades estructuradas como manualidades o recetas de cocina recurre a la sencillez.

Menos es más.

Las actividades que requieren menos preparación y materiales sencillos suelen resultar más gratificantes.

Olvida el resultado y disfruta con la elaboración y el desarrollo de la misma. Se trata de pasar un tiempo divertido desarrollando la creatividad.

Puedes ver un ejemplo en mis guías «Un hogar conectado. Vivir con el ritmo estacional».
Y con ella te dejo hasta la semana que viene en la que te propondré algunas actividades divertidas para este verano.

Disfruta de tu semana!!!



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