CRIANZA CONSCIENTE,  EN EL BLOG

Regalos de Navidad, sí gracias.

Hola de nuevo, aprovecho estos días de vacaciones para escribir un ratito y reflexionar en voz alta, en esta ocasión acerca de los regalos navideños.
Hace unos días, mientras íbamos a Madrid comencé a pensar en los regalos que quería recibir este año y me di cuenta de que voy a recibir más cosas de las que realmente necesito, algo de ropa, algunos pendientes, quizá un gorro calentito o algún collar, pero seguro habrá más. De hecho, recibiré regalos en casa, gracias al entusiasmo de mi marido, en casa de mis padres, de mis suegros y de mis cuñados, ah, y el amigo invisible. Entonces todo esto me llevó a pensar en los regalos que ha pedido Aarón y en los que va a recibir. Tan sólo ha pedido tres regalos, pero SS.MM de Oriente pasarán por casa, por supuesto, pero también por casa de ambos abuelos, de sus tíos, de mis tías y de mis primas. En resumen, va a recibir un porrón de regalos!!! y pensé, ¿y cual es el problema?, yo también los voy a recibir y ya soy bastante mayorcita. 
¿Recordáis vuestra Navidad? Escribir una bonita carta a los Reyes Magos, en mi caso, limpiar y colocar los zapatos, pasar la noche echa un manojo de nervios esperando que me llegase aquello que había pedido y que me hacía tanta ilusión, y a la mañana siguiente despertar y encontrar todos los paquetes bajo el árbol de Navidad y repartidos por todo el salón. Nos pasábamos el año esperando ese día mágico.
Pero ahora, en pro de la crianza consciente y en contra del consumismo desmesurado, nos dedicamos a poner límites a la cantidad de regalos que los niños pueden recibir ese día, y nos basamos en mantras como este:
* Algo que quiera
* Algo para leer
*Algo que necesite 
* Y algo para usar
¿Vosotras sólo vais a recibir cuatro regalos en Navidad?¿Uno de cada categoría? Seguramente la respuesta es NO. ¿De verdad es necesario trabajar el consumismo con niños en Navidad? Y es que tenemos 364 días al año para hacer conscientes a nuestros hijos de las terribles consecuencias de un consumo desmesurado, podemos trabajarlo cada vez que vamos a hacer la compra, mostrarles que no necesitamos cuatro tipos de yogures, bifidus, yogures para beber, tres tipos de cereales, cinco tipos de pasta diferentes… Que no compramos algo nuevo todos los meses, ropa, decoración, revistas… Que no tiramos la comida que sobra, que no caducan productos que compramos y no hemos consumido…Evitemos los enormes catálogos de juguetes y ayudémosles a escribir una bonita carta llena de buenos deseos. Ayudémosles a elegir juguetes y libros valiosos.
Asegurémonos de celebrar con consciencia la Navidad en base a nuestros valores y a lo que significa para nostros, y no nos quedemos sólo en lo superficial, en la decoración, las luces y los regalos, sino avayamos más allá, hagamos como adultos un trabajo interior de paciencia, altruismo y esperanza, que nuestros hijos podrán ver y sentir.
Participemos de sencillas y bonitas celebraciones, cocinemos en familia, contemos cuentos de Navidad, cantemos y disfrutemos.
 La Navidad es la fiesta de los niños por excelencia, mágica y llena de ilusión, es la celebración del nacimiento del niño Jesús, al que los pastores, y los Reyes Magos llevaron tantos presentes cómo pudieron, desde los más humildes hasta los más valiosos. ¿Por qué hoy nos empeñamos en poner límites a los regalos que van a recibir los niños?. Un regalo, no es sólo agradble para quien lo recibe, sino también para quien lo da, si lo hace de corazón con amor y veneración. Pero esto hoy en día, a veces es dificil, y hacer un regalo, aunque sea a un niño, se convierte en un «marrón», consecuencia esto sí, de la sociedad consumista en la que vivimos, pero este tema, daría para otro post, y no es el momento.
Seguramente nuestros niños recibirán más de lo que han pedido, y mucho más de lo que necesitan. Seguramente a mitad de año, habrán olvidado más de la mitad de los juguetes que han recibido, y tu, ¿has usado todo lo que te regalaron el año pasado?¿no has comprado nada desde entoces?¿ni un sólo capricho?.
Con lo que no estoy de acuerdo, y sí me parece consumista, es eso de celebrar todo aquello que aparece, es decir, nosotros en casa celebramos el día de Reyes Magos porque es significativo para nosotros, pero cada vez son más las familias que se unen a Papá Noel por aquello de que «tengan más tiempo para jugar con los regalos» y yo me pregunto, ¿acaso se los vas a quitar el día 8 de enero?,los niños van a tener como poco un año para jugar con esos juguetes. Pero si verdaderamente te apetece celebrarlo porque es significativo para tí, porque supone una tradición, porque entraña preciados valores, entonces adelante, pero si sólo lo haces por no enfrentarte a preguntas incómodas, o a reproches del tipo «es que Papá Noel sí que va a casa de Miguelito…», si te basas en excusas sin fundamento, entonces será fácil caer en el consumismo.
Entonces, ¿todo vale?¿regalos a porrón?. No, tampoco digo eso, dejémonos guiar por el corazón y la razón. Podemos hacer una buena selección de libros y cuentos, material para manualidades, juguetes y juegos para disfrutar en familia, música, ropa… Regalos bellos, que nutran al niño en su día a día, que enriquezcan el ambiente familiar, hechos con materiales naturales, pequeños o grandes, sencillos, agradables. 

Feliz día de Reyes Magos!!


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